En Dinamarca, el biogás es una historia de éxito construida durante cuatro décadas. Así lo explicó Bruno Sander Nielsen, director de operaciones de la Danish Biogas Association, en una entrevista realizada con motivo de su presencia en el stand nacional danés en el Salón del Gas Renovable 2025, donde compartió la experiencia de su país y lecciones que pueden servir de guía a España en su actual proceso de expansión del biometano.
“Después de 40 años de trabajo, Dinamarca ha logrado sustituir el 40 % del gas natural por biogás producido a partir de residuos agrícolas, urbanos e industriales”, señaló Nielsen. Además, el 40 % de los purines y estiércoles que generan las granjas del país ya se tratan en plantas de biogás, para convertirse en un fertilizante más eficiente y reducir tanto las emisiones de metano como el riesgo de lixiviación de nitratos.
Sander subrayó que España dispone de todos los recursos necesarios (una potente agricultura, una gran cantidad de restos orgánicos y una red gasista consolidada) para seguir un camino similar, adaptando el modelo danés a las condiciones locales.
Uno de sus mensajes más relevantes estuvo relacionado con la aceptación social: “No se puede pedir, se debe merecer, con una buena gestión diaria”, afirmó Sander. Anima a promotores y responsables públicos españoles a seguir fomentando el diálogo con las comunidades locales, a informar con transparencia y a promover visitas a plantas en funcionamiento para que los vecinos conozcan de primera mano los beneficios reales de estas instalaciones: creación de empleo, valorización de restos y reducción de impactos ambientales.
La experiencia danesa demuestra que el biogás es una ruta real de descarbonización del sistema energético y, lo que es quizás más importante, puede impulsar la economía rural y mejorar la gestión de los residuos orgánicos.
España goza de una buena oportunidad para convertir el ejemplo danés en una referencia propia dentro del nuevo mapa europeo de los gases


