Planta de biogás danés

Ranking de residuos para biogás

Aunque pueda parecer que cualquier residuo orgánico sea apto para producir biogás, la realidad desde el punto de vista técnico y económico es que no toda la basura es ‘igual de buena’.

Dadas las propiedades de cada residuo hay dos parámetros a la hora de determinar su valor: el contenido en materia orgánica y la velocidad a la que esta se degrada.

Se puede hablar de un ‘ranking’ de los residuos que más interesan de cara a la producción de biogás, aunque en muchas ocasiones se mezclan entre sí en un proceso llamado co-digestión.

En el podio se encontrarían los sustratos de la industria agroalimentaria, es decir, productos perecederos que generan desechos o que no alcanzan los estándares exigidos.

Los estudios señalan que con 500 toneladas de pieles de patatas una planta de biogás puede producir hasta 372 MW de energía eléctrica.

En el segundo puesto se situarían los sustratos obtenidos de la ganadería, concretamente el estiércol y los purines de aves, conejos, del ganado porcino, del bovino, etc. Estos resultan interesantes por su elevado contenido en materia orgánica y que “por haber sido degradado por el sistema digestivo de los animales, el material permite producir más biogás en menor tiempo”.

La medalla de bronce sería para los residuos y los subproductos agrícolas, es decir, “lo que se produce en el campo: desechos de las cosechas, la paja, las cascarillas de cereal que eliminan para dejar el grano, una planta de tomatera, el polvo de silo… Son materiales más complejos y el tiempo de degradación es más largo”.

En cuarto lugar, se aúnan en un mismo grupo los sustratos extraídos de diferentes industrias, como la cervecera, la de la sidra o la vinícola, de la cual se extraen las pieles de uva. También entrarían los desechos producidos por la industria aceitera o incluso la glicerina que se produce en la fabricación de biodiesel.

La empresa Genia Global Energy tiene un acuerdo con la Asociación Española del Kaki para gestionar las 18.000 toneladas generadas en cada campaña de destrío de este fruto, que servirán para producir biogás en una nueva planta de la comarca de la Ribera. “Al ser frescos estos materiales, su porcentaje de materia orgánica es muy elevado, con lo cual son interesantes para producir biogás”.

Este contenido procede de FRUITTODAY

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