Con su estrategia Positive Motion 2030, Moeve (antes Cepsa) está impulsando el negocio hacia las “moléculas verdes” (hidrógeno renovable y derivados, biocombustibles de 2ª generación y biometano), química sostenible y movilidad eléctrica. El plan prevé hasta 8.000 M€ de inversión en esta década y alianzas para acelerar proyectos tractores como el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde. En biometano, Moeve ha anunciado 600 M€ para desplegar hasta 30 plantas en España antes de 2030, con una cartera objetivo de 4 TWh, en colaboración con socios estratégicos. Prevén reutilizar 10 millones de toneladas de restos al año y evitar 728.000 t de CO₂ anuales, contribuyendo a los objetivos de REPowerEU y a la economía circular en el territorio. Moeve es patrocinador Global del Salón del Gas Renovable 2025.
Ana María Castelblanque es responsable del Negocio de Biometano en Moeve, donde lidera el desarrollo de proyectos y alianzas para alcanzar el objetivo de 4 TWh de biometano en 2030. Ingeniera Industrial por la Universitat Politècnica de València, su carrera ha estado vinculada al gas y a la transición hacia gases renovables.
- Moeve se ha propuesto poner en marcha 30 plantas de biometano en España antes de 2030. ¿Cómo imaginan ese despliegue y qué impacto esperan que tenga en el sector energético y en las comunidades locales?
Para alcanzar ese objetivo, para el que tenemos prevista una inversión de 600 millones de euros, es clave la colaboración con socios estratégicos. Este despliegue no solo contribuirá a la descarbonización del sistema energético español, sino que también tendrá un impacto directo en las comunidades rurales. Las plantas estarán ubicadas cerca de los focos de generación de residuos agroganaderos, lo que permitirá una gestión eficiente y local de los mismos. Además, los proyectos de biometano son potenciales generadores de empleo e impulsores del emprendimiento. En Moeve, concebimos cada planta como un motor de desarrollo económico y social, adaptado a las necesidades del territorio.
- Están colaborando con varias empresas para sacar adelante algunos proyectos. ¿Qué valor añadido aportan estos socios y cómo se complementan con la experiencia de Moeve?
Para alcanzar nuestros objetivos de descarbonización y ayudar a nuestros clientes a alcanzar los suyos es esencial la alianza con socios estratégicos, que aportan experiencia técnica, conocimiento del territorio y capacidad de ejecución local. Es el caso de Kira Ventures, InProEner y PreZero, y alguno más con quienes desarrollamos plantas de biometano. Estas alianzas nos permiten acelerar el despliegue, compartir riesgos y asegurar el acceso a materias primas, que es uno de los grandes retos del sector. Moeve, por su parte, aporta visión estratégica, capacidad financiera y una sólida experiencia en energías renovables. Juntos, construimos proyectos robustos, sostenibles y con impacto real, tanto ambiental como social.
- El biometano forma parte de la estrategia Positive Motion, junto con hidrógeno verde, biocombustibles avanzados y movilidad eléctrica. ¿De qué manera se conectan estos proyectos entre sí?
Positive Motion es nuestra hoja de ruta para liderar la transición energética. El biometano se integra como vector clave para descarbonizar nuestros procesos industriales, especialmente en nuestros Energy Parks, como sustituto del gas natural. Además, es complementario al hidrógeno verde, ya que puede utilizarse como materia prima para su producción. Junto con los biocombustibles de segunda generación y la movilidad eléctrica, conforma un ecosistema energético interconectado y eficiente. Esta estrategia nos permite ofrecer soluciones integrales a nuestros clientes, adaptadas a distintos sectores y necesidades.
- Se habla mucho de la reducción de emisiones de CO₂, pero ¿qué otros beneficios cree que pueden aportar estas plantas, por ejemplo, en empleo rural o economía circular?
Las plantas de biometano son un ejemplo claro de economía circular. Transforman residuos en energía renovable y biofertilizantes, cerrando ciclos productivos. Además, generan empleo local cualificado, desde operadores hasta técnicos especializados, y pueden fomentar el emprendimiento en zonas rurales. También ayudan a resolver problemas ambientales como los olores o la contaminación de suelos, al tratar los residuos en instalaciones cerradas y estabilizar el digerido. En Moeve, adaptamos cada proyecto al entorno, con acciones sociales específicas que impulsan el desarrollo de los municipios donde se impulsan los proyectos.
- ¿Qué barreras encuentran hoy en día para acelerar el desarrollo del biometano en España y qué cambios les gustaría ver para que el sector despegue con más fuerza?
Las principales barreras son administrativas y regulatorias. La tramitación de una planta puede durar hasta cuatro años, debido a la falta de homogeneización normativa entre comunidades autónomas. También encontramos dificultades para conectar las plantas a la red gasista y eléctrica, especialmente en zonas rurales. Además, faltan incentivos económicos estables que den certidumbre a los inversores. Desde Moeve, creemos que España tiene un enorme potencial y que, con objetivos más ambiciosos, una ventanilla única y una planificación clara, podríamos liderar la producción de biometano en Europa.
Moeve participa en el 18º Congreso Internacional de Bioenergía, en la Mesa Redonda sobre el estado del sector en España, el 1 de octubre de 11:30 a 12:15